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Las chicas nos lanzamos a la aventura y decidimos visitar una de las majestuosas arquitecturas hechas por un grande: Nezahualcoyotl
Los estudios técnicos realizados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, señalan una cronología para la zona arqueológica que se remonta al periodo comprendido entre los años 1431 a 1521 d. C., época en que tuvo mayor auge la actividad constructiva de monumentos arqueológicos, particularmente durante el mandato del ilustre gobernador texcocano Nezahualcóyotl
La delimitación hecha para el área arqueológica, comprende terrenos que actualmente son propiedad de particulares y ejidatarios. Existen diferentes posturas, desde aquéllos que aceptan los trabajos de investigación y excavación en el área, hasta quienes se rehusan a otorgar el derecho de paso e impiden el trabajo de los arqueólogos encargados del proyecto.
Posteriormente, durante la conquista y colonización, los españoles trataron de encontrar metales preciosos haciendo varias horadaciones de las que aún se conservan huellas.
El olvido del que fue objeto permitió que gran parte de los edificios, canales y tinas permanecieran ocultos, devorados por el mismo cerro que lo albergaba. Muchos llegaron a creer que la voluntad de Fray Juan de Zumárraga de terminar con este lugar que él calificaba como “dedicado al demonio” se había cumplido.
Hasta hace algunos años, sólo se tenían referencias bibliográficas del lugar. Fue hasta finales de la década de los 60 cuando un grupo de investigadores visitaron el sitio para hacer un recorrido de superficie y lo describieron como un sitio arqueológico. Entre ellos se encontraba Jeffrey Parsons, cuyo trabajo ha sido de gran importancia para recuperar la historia de la Cuenca de México.
El nombre del cerro Texcutzinco significa "el pequeño Texcoco", aunque por la terminación "tzin" indicaría respeto, afecto; de acuerdo al uso en náhuatl señalaría que se trata de un lugar hermoso y apreciado.
Texcoco se encuentra al oriente del Distrito Federal y destacan dos zonas arqueológicas de distinguida presencia: Huexotla y Tetzcotzinco.
Tetzcotzinco, uno de los atractivos culturales más valorados, ya que fue sede de la cultura acolhua (mexica). Es también conocida con el nombre de "los baños de Nezahualcóyotl¨.
El cerro de tetzcotzinco se localiza junto a los poblados de san Nicolás tlaminca y san dieguito xochimanca.
Se llega a el por la carretera Mexico-texcoco, tomando la desviación hacia el molino de las flores hasta cualquiera de esos poblados, desde donde se haciende a la zona.
Según Bernal Díaz de Castillo, en aquella época, al llegar Hernán Cortés a Texcoco (siglo XVI), los españoles se aposentaron en éste lugar que ya tenía ochenta años de haberse construido. El lugar fue mandado a hacer por el Rey Poeta Nezahualcóyotl, el más famosos monarca del México Antiguo.
Hacia 1450, debido a una sequía de casi siete años, sobrevino en la cuenca de México una hambruna de incalculables proporciones. Los ciudadanos libres de los pueblos de la cuenca decidieron emigrar hacia los señoríos más ricos y poderosos para rentarse como esclavos y poder sobrevivir a la terrible hambruna. Uno de estos señoríos a los que arribaron orfebres, artesanos, agricultores, jardineros, talladores de roca, moldeadores de argamasa, estucadores, pintores, artistas plumarios y constructores hidráulicos fue precisamente el de Texcoco; con esta mano de obra, el señor Nezahualcóyotl ordenó la ejecución de lo que hoy puede considerarse uno de las más importantes obras estéticas en el campo de la ingeniería civil e hidráulica en su relación con el medio físico natural: el sistema de regadío sur de Acolhuacán y la cima paisajística de la cultura acolhua, el Texcutzingo. Las caracteristicas arquitectónicas del sitio le otorga una importantancia excepcional , ya que se trata de un extraordinaria obra hidráulica para conducir agua de los manantiales de sierra de tlaloc, a través de canales y acueductos, hasta el pequeño cerro de forma cónica del mismo nombre.
Ahí empiezan los vestigios donde se puede apreciar una intrincada red de canales que llevaban agua almacenada por la lluvia a los lugares de siembra ahí podemos apreciar es las obras hidráulicas que ya se llevaban a cabo en el siglo XV en el altiplano central mexicano.
Los acolhuas construyeron terrazas en los costados del cerro para levantar conjuntos arquitectónicos en torno a las pilas de redistribución hidráulica que probablemente funcionaron como espacios sagrados; destaca el conjunto del recinto principal a donde llegaba el agua para distribuirse a través de la red de canales y pilas; la pila sur con la representación de una pequeña muralla y la pila en donde se observan restos de la escultura y de una rana.Desde este punto se tenía una vista extraordinaria de las antiguas ciudades de la cuenca de México; hacia el norte se observa una pequeña pila con una amplia escalinata, ambas labradas en la roca; en un nivel superior y con vista al norte, en una pequeña placita se observan los restos de dos esculturas antropomorfas.